Anuncios!!! Febrero

Campamento en Ilo-Ite del 8 al 12 , Conferencia Fuegos de Evangelismo del 2 al 4 en Lima, Banquete de Jóvenes el 13 de Febrero y Playaso el 19 y 20 en Camana.

Escuchar con discernimiento

Justo parece el primero que aboga por su causa, pero viene su adversario y le descubre. Proverbios 18.17

Una de nuestras responsabilidades en el ministerio es la de recibir y escuchar a los que están a nuestro alrededor. No pocas veces otros vendrán buscando ayuda para resolver dificultades en sus relaciones con terceros. El líder sabio deberá moverse con cuidado en estas situaciones, si es que va a conducir a la persona en forma espiritual.

Todo el que hable con nosotros presentará su situación desde su propia perspectiva, claro está. Pero con frecuencia nos encontraremos con personas que poseen una habilidad poco común para elaborar un cuadro donde no queda duda en cuanto a la culpabilidad de la otra persona. Sus palabras son persuasivas, sus argumentos son convincentes, y sus actitudes parecen ser las de una persona que ha sido tratada por el Espíritu de Dios. Sin darnos cuenta, descubriremos que coincidimos plenamente con la opinión del que nos está hablando. Nuestros comentarios comenzarán a delatar que ya hemos decidido quién es culpable en esta situación, ¡la persona que no está presente!

El autor de Proverbios identifica el peligro que corremos al formar una opinión, en forma acelerada, sobre la situación que se nos ha presentado. Todos tenemos capacidad de describir situaciones de tal manera que nuestra parte parezca justa y razonable. El líder entendido sabe que siempre, aun en las peores situaciones, hay dos partes en una historia. Además de procurar el discernimiento que el Señor da, también estamos obligados a examinar la situación desde otros ángulos, incluyendo el de la persona que no está presente en ese momento.

El que ha sido consultado, además, tiene que entender que en ese momento solamente puede trabajar con la persona que está presente. Deberá, por la tanto, conducir con ternura la conversación para que se puedan examinar las actitudes y comportamientos de la persona que está presente. Podremos estar de acuerdo que la persona ausente ha obrado mal, pero en este momento no tenemos acceso a su vida. Solamente podremos ayudar a la persona que tenemos delante, a ordenar su vida según los parámetros eternos de la Palabra. Esta es nuestra responsabilidad.

Por otro lado, si ya hemos formado una opinión acerca del «pecado» de la otra persona, será muy difícil acercarse a ayudarla, pues nuestras conclusiones serán evidentes en las actitudes y las palabras que mostramos en el encuentro. Ninguna persona debe ser juzgada por lo que otro dice de ella. Cada uno debe ser escuchado y examinado con la mayor imparcialidad posible. Solamente de esta manera podremos ser herramientas eficaces para ayudar en la resolución de conflictos.

¡Cuidado con los grupos terroristas en la iglesia!

Los últimos reportes de noticias indican que cinco grupos de células terroristas han estado operando en muchas de nuestras iglesias. Ellos han sido identificados como: Estado Durmiendo, Estado Discutiendo, Estado Peleando, Estado Quejando y Estado Perdido.

Su líder, Lucifer Estado Trabajando, ha entrenado a estos grupos para destruir el Cuerpo de Cristo. El plan es el de entrar a la iglesia disfrazados de Cristianos y el trabajar desde dentro de la iglesia para desalentar, desbaratar y destruir.

Sin embargo, han habido reportes de un sexto grupo. Una pequeña célula por el nombre de Estado Orando es en verdad la única fuerza efectiva que contrarresta el terrorismo en la iglesia. A diferencia de las otras células, el equipo de Estado Orando no se mezcla con quien sea o con lo que sea que venga.

Estado Orando hace lo que sea necesario para levantar y alentar al Cuerpo de Cristo. Nosotros hemos notado que la célula de Estado Orando tiene diferentes características que las otras. Ellos han Estado Observando, Estado Trabajando, Estado Esperando, Estado Ayunando y Estado Esperando ansiosamente para que su Maestro, Jesucristo, regrese.

¡NINGUNA IGLESIA ES LA EXCEPCIÓN! (sin embargo, puedes localizarlos si tú has Estado Observando y Estado Yendo).

Artículo recomendado

Te invito a ver el artículo "Una pequeña defensa a la virginidad", de Apuntes Pastorales, ¡muy interesante!

Espero tus comentarios y preguntas.

http://desarrollocristiano.com/articulo.php?id=2249

"Unges mi cabeza con aceite"

En el antiguo Israel los pastores usaban el aceite con tres propósitos: repeler los insectos, prevenir los conflictos y curar las heridas.

Los insectos fastidian a las personas, pero pueden matar a una oveja. Las moscas, mosquitos y otros insectos pueden convertir el verano en una tortura para el ganado. Cuando aparece un enjambre de moscas de la nariz, las ovejas entran en pánico. Corren. Se esconden. Agitan la cabeza de arriba abajo durante horas. Se olvidan de comer. No pueden dormir. Los corderitos dejan de mamar y dejan de crecer. Todo el rebaño puede dispersarse y perecer por la presencia de unas pocas moscas.

Por esta razón el pastor unge a la oveja. Les cubre la cabeza con un repelente hecho de aceite. El olor del aceite impide que los insectos se acerquen y los animales permanecen en paz.

En paz hasta la estación del celo. En ese tiempo los carneros bajan la cabeza y ¡paf! Comienza una riña a topetazos, a la antigua. Para evitar las heridas, el pastor unge los carneros. Les esparce una sustancia resbalosa, grasienta, por la nariz y la cabeza. Este lubricante hace que sus cabezas se deslicen y no se hagan daño al golpearse.

De todos modos, la tendencia es a hacerse daño. Y esas heridas son la tercera razón por la que el pastor unge las ovejas. Espinas que se encarnan, o heridas de rocas, o el haberse rascado en forma muy ruda contra el tronco de un árbol. Las ovejas se hieren. Por eso, el pastor regularmente, a veces diariamente, inspecciona las ovejas, en busca de cortes y magulladuras. No quiere que los cortes se agraven. No quiere que las heridas de hoy se conviertan en una infección mañana.

Dios tampoco. Como las ovejas, tenemos heridas, pero las nuestras son las heridas del corazón que producen las desilusiones. Si no tenemos cuidado, las heridas llevan a la amargura. Y como las ovejas, necesitamos tratamiento.

Las ovejas no son las únicas que necesitan cuidado preventivo ni las únicas que necesitan un toque sanador. Nosotros también nos irritamos unos contra otros, nos damos de cabezazos y quedamos heridos. Muchas de las desilusiones de la vida comienzan como irritaciones. No nos incluyen en el equipo. No obtuvimos la beca. El jefe no toma nota de nuestro arduo trabajo. El marido no se da cuenta del traje nuevo de la esposa. El vecino no nota el desorden que tiene en el patio. Uno se siente más irritable, más melancólico, más … bueno, más herido.

O quizás se golpea la cabeza contra una persona. Es asombroso lo duros que podemos ser unos con otros. Algunas de nuestras heridas más profundas vienen de darnos topetazos con las personas.

Las ovejas tienen que sufrir heridas de espinas y arbustos. Nosotros tenemos que enfrentar el envejecimiento, las pérdidas y la enfermedad. Algunos enfrentan la traición y la injusticia.

Jesús cuida sus ovejas. Y le cuidará a usted. Si usted se lo permite. ¿Cómo? ¿Cómo se lo permite? Los pasos son muy sencillos.

Primero, acuda a Él. David no podía confiar sus heridas a nadie sino a Dios. ¿Ha llevado usted sus desilusiones a Dios? Las ha dado a conocer a sus vecinos, a sus familiares, a sus amigos. Pero, ¿las ha llevado a Dios?. Antes de irse a cualquiera otra parte con sus desilusiones, vaya a Dios.

Su primer paso es ir a la persona que corresponde. Vaya a Dios. Nuestro segundo paso es adoptar la postura correcta. Inclinémonos delante de Dios.

Para ser ungida, la oveja debía permanecer quieta, agachar la cabeza y dejar que el pastor hiciera su trabajo. Pedro nos exhorta: «Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo» (1 Pedro 5.6).

Vamos a Él. Nos inclinamos delante de Él y confiamos en Él. La oveja no entiende por qué el aceite repele las moscas. La oveja no entiende cómo el aceite cura las heridas. En realidad lo único que sabe la oveja es que algo ocurre en la presencia del pastor. Y eso también es todo lo que necesitamos saber. «A ti, oh Jehová, levantaré mi alma. Dios mío, en ti confío» (Salmo 25.2).

Aligere su equipaje, Max Lucado.

Volverse radical

La estrategia del enemigo consiste en "normalizar" la maldad, es decir, hacernos creer que las cosas malas de hoy son "normales" para los cristianos. Pero "el temor de Jehová es aborrecer el mal" (Pr 8.13). Cuando es el mal el que nos divierte, ¿cómo lo vamos a poder aborrecer? ¿Cómo podemos ser puros cuando nos entretenemos nosotros mismos con la impureza?

Jesús, el radical (Mateo 5.27-30)
Jesús mismo nos invitó a ser radicales, que hagamos cuanto sea necesario para enfrentar las tentaciones sexuales, comparándolo con sacar una mano o un ojo. Si tomamos en serio a Jesús, necesitamos pensar de una forma mucho más radical acerca de la pureza sexual.

Hacer lo que haga falta
La batalla es demasiado intensa, y lo que está en juego es demasiado importante para pensar en la pureza de una forma superficial o gradual.

"¡Vamos, no exageres!", puede ser tu reacción. Pero Romanos 13.14 nos indica que no se debe proveer para los deseos de la carne. Es pecado ponernos deliberadamente en una situación en la que es muy probable que pequemos. Sencillamente, niégate a aceptar todo lo que está tratando de alejarte de Jesús. Recuerda: si quieres que las cosas salgan diferentes, necesitas tomar unas decisiones también diferentes.

¿Te parece drástico? Compáralo con sacarte un ojo o una mano. Volverse radical significa establecer unas normas que no toleren la racionalización, algo así como "¡no es tan grave!" o "¡eso no está en la Biblia!". Muchas cosas que algunos creyentes están haciendo es porque lo consideran "normal" o lo racionalizan, sin tomar en cuenta las repercusiones en las vidas de otros creyentes.

"Pero..."
"Pero", dirás, "no hago nada malo", "los tiempos cambian", "¡no seas fariseo!"...muchas de estas afirmaciones sólo sirven para maquillar egoísmo, EL EGOÍSMO DE QUERER HACER COSAS QUE ME AGRADAN SIN TOMAR EN CUENTA A MI HERMANO DÉBIL EN LA FE.

Estamos en una batalla, la batalla por la pureza, y las batallas son sangrientas. Haga lo que sea necesario para poder caminar en pureza.

¿Demasiado radical?
"¡Pero estás hablando de aislarnos de la cultura! Lo que estás diciendo es demasiado radical".

No. Lo que estamos diciendo no es nada. Jesús fue el que dijo "antes de caer o hacer caer a otros, mejor es que te saques un ojo o te cortes la mano". Eso es radical. Cuando Jesús nos mandó a tomar nuestra cruz y seguirle (Mateo 10.38), ¿acaso no implicaba eso unos sacrificios mayores que prescindir de ciertos lugares, vocabulario, gustos, modas, ciertas ropas o preferencias?

¿Hasta qué punto estás convencido de que hay que batallar por la pureza? ¿Hasta qué punto te sientes desesperado por triunfar sobre el pecado? ¿Cuán radical estás dispuesto a ser para tu Señor?

Randy Alcorn, El principio de la pureza.

¿Por qué somos premilenaristas?

Creemos que el milenio será literal (mil años), un reinado en el que Cristo personalmente regirá las naciones "con vara de hierro", luego de los siete años de tribulación. Eso requiere el retorno visible de Cristo, evento descrito en Mateo 24-25, Hechos 1 y Apocalipsis 19 por ejemplo.

Las razones para ello son:

1. El milenio será el tiempo en el que Dios confirme las promesas hechas a Abraham de tierra y descendencia.

2. El milenio será una oportunidad más para el hombre, estando Satanás atado, de mostrar su naturaleza pecaminosa.

3. El hombre podrá ver el amor y las bendiciones de Dios en un reino sin precedentes.

4. La segunda venida de Cristo traerá juicio a las naciones, por su odio a Israel y su rebelión contra Dios.

5. El fin del milenio será con el juicio de Satanás y sus ángeles, además del juicio del gran trono blanco, en el que serán juzgados todos los incrédulos de todos los tiempos, y arrojados al lago de fuego.

¿Por qué creemos que el rapto será antes de la tribulación?

Hay muchas razones bíblicas para creer en un rapto pre-tribulacional, antes de la tribulación. Veamos algunas:

1. La naturaleza de la tribulación. Es de juicio, ira, castigo, indignación. Esos términos nunca se usan en referencia a la iglesia, pues en la cruz fue pagado el precio por nuestros pecados.

2. La palabra "iglesia" no aparece entre Apocalipsis 5 y 19, justo cuando se narran los eventos de la tribulación (sellos, trompetas y copas).

3. Si pasamos por la tribulación, mezclamos el programa de Dios para Israel con la Iglesia, algo de lo cual no se habla en Daniel 9, donde se menciona claramente que los eventos de la tribuación sólo tienen que ver con Israel (Jeremías 30.7).

4. La Biblia ordena a la Iglesia sujetarse a sus autoridades, y orar por ellas. Si pasamos por la tribulación, ¡tendríamos que sujetarnos y orar por el gobierno del anticristo!

5. La predicación del evangelio del reino estará a cargo de dos testigos y 144 mil israelistas (12 mil de cada tribu). Hoy lo hace la iglesia. Estas son las dispensaciones.

Espero que sigamos con el tema, ¡pero ya tienes algunas respuestas!

Cuatro pasos para una aplicación práctica

Primer paso: Ore pidiendo que Dios le revele cómo aplicar el pasaje

Segundo paso: Medite en los versículos que escogió para estudiar
La meditación es la clave para descubrir cómo aplicar pasajes bíblicos a su vida. La meditación es esencialmente una digestión mental. Tome un pensamiento que Dios le dé, póngalo en su mente y piense muchas veces en él.
Veamos varias formas en las que usted puede meditar un pasaje de las Escrituras:
- Visualice la escena narrada.
- Parafrasee el pasaje que está estudiando.
- Personalice el pasaje que está estudiando, poniendo su nombre en lugar de los pronombres o sustantivos que usan las Escrituras.
- Hay nueve preguntas que si las memoriza las tendrá a su disponibilidad siempre que quiera meditar en un pasaje. Estas preguntas son:
a. ¿Tengo algún pecado que deba confesar? ¿Necesito restituir algo?
b. ¿Puedo apropiarme de alguna promesa? ¿Es una promesa universal? ¿Tengo que reunir ciertas condiciones?
c. ¿Debo cambiar de actitud en algo? ¿Tengo disposición a trabajar o tengo una actitud negativa y debo empezar a construir una positiva?
d. ¿Hay aquí algún mandamiento que debo obedecer? ¿Estoy dispuesto a obedecer sin importar cómo me sienta?
e. ¿Encuentro aquí algún ejemplo a seguir? ¿Es un ejemplo positivo para que yo lo imite o uno negativo que debo evitar?
f. ¿Hay alguna petición que debo elevar? ¿Hay algo que necesito insistir en oración?
g. ¿Hay algún error que tenga que evitar? ¿Hay algún problema del que deba estar alerta o del que deba cuidarme?
h. ¿Hay alguna verdad que deba creer? ¿Qué es lo nuevo que puedo aprender de Dios el Padre, de Jesucristo, del Espíritu Santo o de otra enseñanza bíblica?
i. ¿Hay algún motivo para alabar a Dios? ¿Hay aquí algo que deba agradecer? Repita el versículo o pasaje como una oración.

Tercer paso: Escriba una aplicación

Escriba una aplicación de lo que ha descubierto en su meditación. Escribir su aplicación en un papel le ayudara a ser específico. Si no lo pone por escrito pronto lo olvidará.
- Su aplicación debe ser personal.
- Su aplicación debe ser práctica.
- Sus aplicaciones deben ponerse en práctica.
- Su aplicación debe ser comprobable.

Cuarto paso: Memorice un versículo clave de su estudio
Para que pueda seguir meditando en el pasaje que está aplicando, y para que le ayude a recordar su proyecto, memorice un versículo que sea clave para aplicar lo que ha escrito.

La prueba cumbre mediante la cual estudiamos y aplicamos las Escrituras es la persona de Jesucristo. Tenemos que preguntarnos: “¿Esta aplicación me ayuda a ser cada día que pasa más como Jesús?

La aplicación de la Biblia es un trabajo difícil

En realidad es la parte más difícil del estudio bíblico. La aplicación no sucede por accidente. Tenemos que planearla. La dificultad de aplicar las Escrituras tiene tres motivos:

1. La aplicación es una labor difícil porque exige una seria reflexión
A veces lleva largos períodos de meditación (concentrarse y tener pensamientos piadosos) antes de poder aplicar una verdad de las Escrituras que hayamos estudiado. A veces habrá que buscar debajo de una regla temporal para encontrar un principio eterno en el texto. Todo esto lleva tiempo y concentración, que bien puede hacernos vacilar.

2. La aplicación es una labor difícil porque Satanás lucha ferozmente contra ella
Los ataques más fuertes del diablo a menudo se desatan en su devocional, cuando usted intenta aplicar lo que ha estudiado. Satanás ya sabe que mientras nos contentemos con tener conocimiento intelectual de la Palabra, no representaremos ningún peligro para sus planes. Pero aborrece a los hacedores de la Palabra. No desea que nos preguntemos “Y ahora, ¿qué voy a hacer con todo lo que he aprendido?

3. La aplicación es una labor difícil porque por naturaleza nos resistimos a cambiar
A menudo no tenemos deseos de cambiar, que es lo que una verdadera aplicación exige. Vivimos más por emociones que por voluntad porque nos contentamos con permanecer tal como estamos. La clave de la madurez espiritual es vivir para Jesucristo, no porque nos sintamos bien, sino porque sabemos que eso que hacemos es lo correcto.

Usted aplica la Palabra de Dios a su vida no porque tenga deseos de hacerlo ese día o semana, sino porque sabe que Dios se lo solicita. La aplicación del estudio bíblico es un acto voluntario encaminado a la madurez y a establecer fundamentos para su estabilidad en su vida cristiana.

Necesitamos aplicar la Biblia a nuestra vida

El estudio de la Palabra de Dios debe dirigirse a su aplicación a nuestra vida.

Usted no puede conocer la Palabra de Dios a menos que la aplique en su vida
Los saduceos tenían un conocimiento intelectual de las Escrituras judías (nuestro AT), pero no aplicaban sus principios a su vida personal (Mt 22.29). Usted puede ser una enciclopedia bíblica ambulante y tener la cabeza atiborrada de información bíblica, pero eso no le hará ningún bien a menos que la aplique de manera práctica en su diario vivir. Uno no conoce las Escrituras hasta que las pone en práctica.

Estudiar la Palabra de Dios puede ser peligroso si simplemente la estudia sin aplicársela
¿Por qué? Porque el conocimiento nada más envanece (1Co 8.1). La palabra da la idea de inflarse con un orgullo que se transforma en arrogancia. El diablo la conoce, y sabemos que está lleno de orgullo (Mt 4.1-11). Cuando aplica correctamente la Palabra de Dios en su vida, elimina el peligro de inflarse de orgullo.

El estudio de la Biblia sin aplicación puede ser peligroso, porque el conocimiento requiere acción. Lo que un hombre sabe debería expresarse en lo que hace (Stg 1.22). Los mandamientos de Dios no son opcionales (Mt 7.24-27).

A David se le conocía como un hombre conforme al corazón de Dios porque aplicaba la Palabra a su vida y practicaba lo que sabía (Sal 119.59-60).

Estudiar la Biblia sin aplicarla puede ser peligroso porque el conocimiento aumenta la responsabilidad
Si
toma en serio el estudio de la Biblia, tendrá más responsabilidades que la persona promedio, porque con conocimiento añadido viene responsabilidad añadida (Stg 4.17). Un conocimiento más profundo de las Escrituras acarrea un castigo más fuerte sobre usted si no se las aplica. Cuando empieza a estudiar la Biblia, Dios empieza a mostrarle aspectos de su vida que necesita cambiar y lo llama a una responsabilidad mayor.

El objeto de todo aprendizaje debe ser conocer a Dios y, junto con ese conocimiento, amarlo y ser como Él”.

Cómo aplicar las Escrituras a la vida

La meta final de todo estudio bíblico es su aplicación, no sólo su interpretación. En vista de que Dios quiere cambiar nuestra vida por medio de su Palabra, es de suma importancia aprender a aplicar las Escrituras en nuestra vida.

Este es un sencillo método de estudio que puede usar en sus momentos devocionales.

Definición
El método de estudio bíblico devocional implica tomar un pasaje de la Biblia, extenso o breve, y meditarlo en oración hasta que el Espíritu Santo le muestre la manera de aplicar esa verdad a su propia vida de una manera tan personal, que sea práctica, posible y mensurable. La meta es que usted tome en serio la Palabra de Dios y sea “hacedor de lo que dice” (Stg 1.22).

Por qué es importante la aplicación
La Biblia se nos entregó para mostrarnos cómo podemos tener una relación con el Todopoderoso y cómo podemos vivir en este mundo en sus caminos. Dios nos dio su Palabra para cambiar nuestra vida y ser cada vez más como Jesucristo (2Ti 3.16).

La Biblia es un libro práctico, porque tiene que ver con practicar una vida piadosa. Estudiar la Biblia sin una aplicación personal puede ser sólo un ejercicio académico sin ningún valor espiritual. La Biblia se escribió para que la apliquemos a nuestra vida. “¡Interpretar sin aplicar es lo mismo que abortar!”. Pero aunque necesaria, es una labor difícil, pero posible si seguimos algunos principios básicos.

¿Y si un día dejo de hacer mi devocional?

¿Qué pasa si lo deja de hacer un día? No se dé por vencido. Si no come un día, come un poco más la próxima vez y de allí sigue en adelante. El mismo ejemplo sirve para su devocional.

Si tardamos tres semanas para familiarizarnos con una nueva tarea o hábito, y otras tres para que se conviertan en hábito, quizás lo que necesitamos es pasar la barrera de las seis semanas haciendo el devocional para que se haga un hábito en nuestras vidas.

1. Haz una sólida resolución (un voto)
Debes empezar siempre con una fuerte y decidida iniciativa. Si empiezas sin entusiasmo, nunca lo lograrás. Haz una declaración pública hablándoles a otros de tu decisión.

2. Nunca te permitas hacer una excepción hasta que el nuevo hábito se haya arraigado firmemente en tu vida
Nunca permitas que ocurra el “solo por esta vez”. El acto de rendirse debilita la voluntad y fortalece la falta de autodominio.

3. Aprovecha toda oportunidad e inclinación para practicar tu nuevo hábito
Siempre que consigas el más leve impulso para practicar tu nuevo hábito, hazlo y después perfecciónalo. No te hace ningún daño practicar demasiado un nuevo hábito cuando lo estás iniciando.

4. Confía en el poder de Dios
Con todo lo dicho y hecho, solo puedes tener éxito en el poder del Espíritu Santo de Dios. Ora para que Dios te fortalezca y dependas de Él, y que te ayude a desarrollar este hábito para Su gloria.

¿Cómo tratar los problemas comunes en relación con su devocional? (3)

El problema de la concentración
La falta de sueño, la luz decaída, las tensiones con otros, las preocupaciones y un millón de pequeñeces que “simplemente no puede olvidar” lo van a molestar. Veamos algunas sugerencias para que pueda vencer este problema:
- Asegúrese de estar completamente despierto
- Lea y ore en voz alta
- Camine mientras ora
- Tenga un cuaderno a la mano

El problema del desánimo
Si Satanás puede apartarlo de pasar un tiempo de calidad con el Señor, al inicio del día, entonces ha ganado la batalla, porque sabe que después usted no le presentará ninguna resistencia.

Por lo general, abandonar tu devocional es el primer paso en los resbalones espirituales. Nunca podrás llevar espiritualmente a otra persona más lejos de donde tú has llegado. Si no recibes un estímulo del Señor cada día, no vas a tener nada para compartir con otros y no podrás ayudarle a crecer a nadie.

Veamos algunas sugerencias prácticas para ayudarte a vencer este serio problema:
- Considere hacer un pacto con Dios (Ec 5.4-5)
- Haga un pacto serio con Dios de pasar un tiempo juntos durante el día.
- Póngalo en su agenda semanal
- De antemano separe un tiempo para tener una cita diaria con Dios como lo harías con otras personas
- Manténgase expectante y prepárese para afrontar las excusas y los ataques diabólicos
- Si te levantas por la mañana y no te encuentras con el diablo cara a cara, ¡simplemente significa que vas por delante en la misma dirección!
- Deje su Biblia abierta, la noche anterior, en el pasaje que quiere leer por la mañana. Luego, cuando se levante por la mañana, la Biblia abierta le servirá como recordatorio para que tenga su devocional
Reunión de Jóvenes sábados a las 6 pm Urb. Alvarez Thomas D-11