Recuerda que:
- La santidad no es solamente no contaminarte, es caminar y agradar a Dios.
- La santidad no sólo es cuidar tu cuerpo, sino también tu mente.
- La santidad no es exclusiva de líderes y pastores, sino un mandato para todo creyente.
- La santidad no es sólo confesar el pecado, es evitarlo.
- La santidad es una elección personal, no una emoción pasajera.
- La santidad requiere normas bíblicas personales de vida muy elevadas...aunque te criticarán por ello.
- La santidad te prepara para ser usado por Dios, y ver Su mano en muchas áreas en tu vida.
- La santidad requiere socios estratégicos: tus padres, tu iglesia, un mentor, amigos sabios...
- La santidad se nutre con el estudio, meditación y obediencia a la Palabra de Dios.
- La santidad es fuente de gozo permanente, a diferencia del pecado, que produce gozo pasajero.
- La santidad no es fariseísmo: la primera nos hace humildes y agradecidos. El segundo nos hace presumidos y despectivos.
- La santidad atraerá a tu vida personas que también buscan santidad.
- La santidad no es sólo alejarte del mal. También es acercarte al bien.
- La santidad nos hará caer en gracia ante muchos incrédulos, quienes anhelan ver un estilo de vida diferente en las personas que dicen conocer a Dios.
La santidad...que sea nuestra oración, cada día, todos los días.
"Sed santos, porque yo soy santo", 1 Pedro 1.16.
"Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor", Hebreos 12.14.