Peligros de la pornografía



1. Es perjudicial para la sociedad
La pornografía no es un vicio inofensivo. La verdad es que todos: la sociedad, las mujeres, las relaciones conyugales, y los usuarios individuales sufren consecuencias devastadoras. Es perjudicial para la sociedad. Desde el inicio de la revista Playboy en 1953, el ciudadano medio lentamente se ha vuelto más tolerante a las imágenes para adultos, pero no sin severas consecuencias.

Los investigadores han notado que una exposición periódica a la pornografía puede llevar a cometer actos de violación y abuso sexual infantil. En un estudio, el 86% de los violadores convictos confesaron hacer uso periódico de la pornografía, y el 57% reconoció que trató de recrear una escena pornográfica durante la violación. El mismo estudio reveló que el 87% de los que abusaron de niñas y el 77% de los que abusaron de niños hacían uso periódico de pornografía dura. Otro estudio encontró que el 51% de los estudiantes masculinos expuestos a pornografía violenta indicaron una probabilidad de violar a una mujer si pudieran salirse con la suya.

En un sentido más general, la pornografía tiene un efecto perjudicial sobre las actitudes públicas en cuanto al sexo. Rebaja al sexo llevándolo fuera del contexto del matrimonio. También promueve una visión superficial e irreal del sexo que ignora por completo la amenaza de embarazos no deseados o de contraer enfermedades de transmisión sexual. Mirar pornografía te expone a la mentira de que el sexo es impersonal y que puedes tenerlo con cualquiera, en cualquier momento y sin consecuencia alguna.

2. Es degradante para las mujeres
Con frecuencia, las mujeres son explotadas en el mundo de la pornografía. Algunas de las historias más tristes que se puedan leer jamás son las de aquellas mujeres que participaron en la realización de películas para adultos. En muchos casos, las mujeres son coaccionadas para que lleven a cabo actividades humillantes, degradantes y abusivas, a fin de satisfacer sexualmente a los personajes masculinos.

De hecho, la mayoría de las mujeres que entran en la industria de los videos pornográficos (al menos las que entran por voluntad propia), hacen una película y luego renuncian debido a que es una experiencia extremadamente denigrante. La depravada propaganda de la pornografía es la responsable de propagar la mentira de que las mujeres están disponibles y dispuestas al momento para satisfacer las exigencias sexuales de un hombre.

En la mayoría de los casos, muestra a las mujeres como objetos mecánicos que sólo existen para ocuparse de cada uno de los caprichos sexuales de un hombre. En última instancia, alienta a mujeres de todas las edades a regalar uno de sus regalos más preciados e íntimos y permitir que otros lo exploten para obtener beneficio monetario o sexual.

(Tomado de la Serie "Tiempo de Buscar").
Reunión de Jóvenes sábados a las 6 pm Urb. Alvarez Thomas D-11