“Ama cualquier cosa, y seguramente el corazón se te partirá, y posiblemente se destrozará. Si quieres asegurarte de mantenerlo intacto, no debes darle tu corazón a nadie, ni siquiera a un animal. Envuélvelo cuidadosamente con pasatiempos y pequeños lujos; evita todo tipo de enredos amorosos; guárdalo bajo llaves en el féretro o ataúd de tu egoísmo. Pero en ese féretro – seguro, oscuro, inmóvil y sin aire – tu corazón cambiará. No se partirá; se volverá irrompible, impenetrable, e irredimible. La alternativa a la tragedia, o al menos al riesgo de tragedia, es la condenación”.
C.S. Lewis.