A un grupo de chicos y adultos se les preguntó en un programa de televisión cuál es la mejor edad en
“Dos
“Tres años, porque no tienes que ir a
“Dieciocho años, porque ya terminaste el secundario puedes conducir un automóvil”.
“Veinticinco, porque tienes más entusiasmo”.
Una niña de tres años dijo: “La mejor edad es los veintinueve años, porque entonces puedes quedarte en casa, dormir y no hacer nada”.
“Cuarenta, porque estas en la cúspide de tu vida y tu vitalidad”.
“Cincuenta y cinco años, porque ya has cumplido con la responsabilidad de criar hijos y puedes disfrutar de la vida de los nietos”.
“Sesenta y cinco, porque puedes disfrutar la jubilación”.
La última persona, una señora mayor comentó: “Todas las edades son buenas, por lo tanto, disfruten la edad que tienen ahora”.
Si le presentamos nuestra vida a Dios cuando somos jóvenes, como un suave pétalo de rosa, tenemos más para ofrecerle y más para disfrutar. Pero si le sacamos a esa rosa un pétalo por cada año que nos demoramos, para cuando alcancemos el invierno de la vida no vamos a tener más que un tallo desnudo para darle a Dios, y muy poco tiempo para disfrutar.
Ahora es la época de tu vida, pero el mejor momento para rendirle nuestra vida a Dios es cuando somos jóvenes.
La mejor época de la vida
Reunión de Jóvenes sábados a las 6 pm Urb. Alvarez Thomas D-11