1. No prestan atención a debilidades evidentes en su carácter
Desde el principio de su vida, Sansón tuvo problemas con la impureza sexual. Y debido a que no trató de refrenar su deseo, se salió continuamente de sus límites. En vez de honrar el mandamiento de Dios de no casarse con una mujer que no fuera hebrea, pidió a sus padres una esposa filistea, porque, como dijo, «ella me agrada» (Jueces 14.3). Después se acostó con prostitutas. La destrucción final vino como resultado de su relación con Dalila.
Cuando el líder no se cuida de reparar las manchas en su carácter, estas empeoran. Las fallas lo llevan sin remedio en una espiral descendente que culmina en la destrucción del fundamento moral del líder.
2. Se apoyan en el engaño para salvaguardarse
Cuando una persona coquetea con la desobediencia, a menudo se sorprende usando el engaño para defenderse. Esto le ocurrió a Sansón. Era aficionado a las adivinanzas para engañar a los demás. Cuando traspasó completamente la línea de la obediencia para tener sus amoríos con Dalila, mintió repetidas veces. Para protegerse, le mintió tres veces sobre la fuente de su fuerza. Cuando un líder tuerce la verdad en cualquier forma, da una señal segura de que está en problemas.
3. Actúan impulsivamente
Una y otra vez Sansón mostró su impetuosidad. Eligió a su esposa apresuradamente. No consideró las posibles consecuencias al plantear una adivinanza a los asistentes a la boda o al revelar la respuesta a su esposa filistea. En más de una ocasión se encontró en una batalla sangrienta como resultado de su espíritu impulsivo. El líder que no puede controlar su temperamento se pone en peligro él y a sus seguidores.
4. Manejan mal los dones de Dios
Sansón poseía una fuerza increíble y la unción divina, pero dio por sentado ambos dones. De hecho, a veces usó su influencia para jugar a fin de entretenerse. Después que el suegro le entregó su esposa al padrino de boda, Sansón abusó de lo que Dios le había dado para liberar a su pueblo, usándolo como venganza personal. Eso provocó la muerte del suegro de Sansón y de la hija del filisteo.
Dios da dones para sus propósitos, y los dones son siempre mayores que la persona que los posee. Pero cuando el líder malgasta los dones y recursos provistos por Dios, siempre vienen consecuencias indeseables.
5. Caen debido a algún punto de debilidad
Los que dan rienda suelta a sus pecados a la larga se ven consumidos por ellos. Cuando Sansón conoció a Dalila, finalmente encontró la horma de su zapato. El engañador fue engañado; el seductor, seducido. Jugó con ella, sabiendo que trabajaba para el enemigo. Pero ella se aprovechó de él, y lo sedujo para que le dijera todo lo que tenía en su corazón (Jueces 16.18). Era un juego peligroso, que Sansón perdió y le costó todo.
A algunas personas les gusta creer que sus imperfecciones privadas no van a tener consecuencias públicas, pero siempre las tienen. Los líderes no pueden eludir lo que en verdad, y lo que hacen en las tinieblas saldrá a