“La personalidad de un maestro es importante. Hay maestros que son considerados genios, pero no pueden relacionarse muy bien personalmente con los niños. Sus clases siempre son un alboroto por la simple razón que los estudiantes saben que no le gustan a él, así que ellos están siempre molestándolo”.
“Mi maestro favorito discute las cosas exhaustivamente; permite a los niños hacer preguntas; conoce buen su curso; sabe mucho sobre otros cursos también; es muy útil y tiene sentido del humor. Mi peor maestra era malgeniada; no le gustaba contestar las preguntas o pasar tiempo en absoluto con los estudiantes”.
“Los maestros que realmente me gustaron, me inspiraban y me hacían pensar, debido a su dedicación y amor por lo que ellos hacían. Uno podía sentirlo, así que después de un tiempo nosotros los estudiantes empezamos a amar sus cursos también”.
“Debe satisfacer a un maestro ver la mente de un estudiante abrirse, pero yo no sé si la mayoría de los maestros consigue eso”.
“Un maestro necesita proporcionar una discusión y explicación del asunto diferente a la que ofrece el libro, particularmente en la historia y en las ciencias sociales. El intercambio entre el maestro y la clase es una de las indicaciones más fuertes de que el maestro tiene interés”.
“Los mejores maestros dejan a los estudiantes curiosos y entusiasmados sobre el tema y queriendo aprender más”.