¿Un Dios que juzgue puede ser un Dios que ame?

El Dios cristiano es justo y bondadoso, pero muchas personas tienen dificultades con esto. Creen que un Dios que ame no puede ser un Dios que juzgue. Es algo que siempre preguntarán a los cristianos: “¿Cómo puede un Dios que ame ser también un Dios lleno de ira y de rabia? Si Él ama y es perfecto, debería perdonar y aceptar a todas las personas. No debería sentir rabia”.

Podemos señalar primeramente que todas las personas bondadosas algunas veces sienten ira, no sólo a pesar de su amor, sino debido a él. Si amas a una persona y ves que alguien le está haciendo daño, seguramente sentirás rabia.

Pensemos cómo nos sentimos cuando vemos a un ser querido enfrascado en actos o relaciones perjudiciales. ¿Respondemos con una tolerancia benigna como lo haríamos con un desconocido? Muy al contrario, la rabia no es lo contrario al amor. Es el odio, y la forma suprema del odio es la indiferencia.

La ira de Dios no es una explosión malhumorada, sino su oposición coherente al cáncer que está devorando las entrañas de la raza humana, a la que Él ama con todo Su ser. La Biblia dice que la ira de Dios brota de Su amor y placer por Su creación. Dios se enoja ante la maldad y la injusticia porque destruyen la paz e integridad de Su creación (Salmo 145.17-20).

"En Defensa de Dios", Tim Keller, Editorial Norma.
Reunión de Jóvenes sábados a las 6 pm Urb. Alvarez Thomas D-11