Póngase como meta no pasar menos de 15 minutos por día con el Señor. Comparados con las 168 horas que todos tenemos a la semana, 1 hora y 45 minutos son desproporcionadamente mínimas cuando considera que Dios lo creó para tener compañerismo con él. A continuación le damos algunas pautas adicionales:
1. No intente tener un devocional de dos o cuatro horas al inicio. Todo lo que conseguirá será desanimarse. Debe crecer en esta relación igual que en cualquier otra. Así que empiece a ser constante con siete minutos y deje que crezca; es mejor ser consistente con un tiempo corto que tener una cita de una hora cada dos semanas.
2. No esté pendiente del reloj. Estar pendiente del reloj puede arruinar su devocional más rápido que ninguna otra cosa. Decida qué puede hacer con
3. Destaque la calidad, no