Cuatro pasos para una aplicación práctica

Primer paso: Ore pidiendo que Dios le revele cómo aplicar el pasaje

Segundo paso: Medite en los versículos que escogió para estudiar
La meditación es la clave para descubrir cómo aplicar pasajes bíblicos a su vida. La meditación es esencialmente una digestión mental. Tome un pensamiento que Dios le dé, póngalo en su mente y piense muchas veces en él.
Veamos varias formas en las que usted puede meditar un pasaje de las Escrituras:
- Visualice la escena narrada.
- Parafrasee el pasaje que está estudiando.
- Personalice el pasaje que está estudiando, poniendo su nombre en lugar de los pronombres o sustantivos que usan las Escrituras.
- Hay nueve preguntas que si las memoriza las tendrá a su disponibilidad siempre que quiera meditar en un pasaje. Estas preguntas son:
a. ¿Tengo algún pecado que deba confesar? ¿Necesito restituir algo?
b. ¿Puedo apropiarme de alguna promesa? ¿Es una promesa universal? ¿Tengo que reunir ciertas condiciones?
c. ¿Debo cambiar de actitud en algo? ¿Tengo disposición a trabajar o tengo una actitud negativa y debo empezar a construir una positiva?
d. ¿Hay aquí algún mandamiento que debo obedecer? ¿Estoy dispuesto a obedecer sin importar cómo me sienta?
e. ¿Encuentro aquí algún ejemplo a seguir? ¿Es un ejemplo positivo para que yo lo imite o uno negativo que debo evitar?
f. ¿Hay alguna petición que debo elevar? ¿Hay algo que necesito insistir en oración?
g. ¿Hay algún error que tenga que evitar? ¿Hay algún problema del que deba estar alerta o del que deba cuidarme?
h. ¿Hay alguna verdad que deba creer? ¿Qué es lo nuevo que puedo aprender de Dios el Padre, de Jesucristo, del Espíritu Santo o de otra enseñanza bíblica?
i. ¿Hay algún motivo para alabar a Dios? ¿Hay aquí algo que deba agradecer? Repita el versículo o pasaje como una oración.

Tercer paso: Escriba una aplicación

Escriba una aplicación de lo que ha descubierto en su meditación. Escribir su aplicación en un papel le ayudara a ser específico. Si no lo pone por escrito pronto lo olvidará.
- Su aplicación debe ser personal.
- Su aplicación debe ser práctica.
- Sus aplicaciones deben ponerse en práctica.
- Su aplicación debe ser comprobable.

Cuarto paso: Memorice un versículo clave de su estudio
Para que pueda seguir meditando en el pasaje que está aplicando, y para que le ayude a recordar su proyecto, memorice un versículo que sea clave para aplicar lo que ha escrito.

La prueba cumbre mediante la cual estudiamos y aplicamos las Escrituras es la persona de Jesucristo. Tenemos que preguntarnos: “¿Esta aplicación me ayuda a ser cada día que pasa más como Jesús?
Reunión de Jóvenes sábados a las 6 pm Urb. Alvarez Thomas D-11